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Me gustan los cabrones

 Me gustan los hombres que huelen como ellos mismos, me gustan los olores que puedo reconocer. Olfatear su cuello, y recordar un momento, guardármelo de manera celosa y posesiva para siempre; que aunque se vayan me dejen su olor.

Me gustan los hombres mayores, atentos y formales.

Me gustan los marihuanos, desentendidos, con rabia contenida.

Me gustan los hombres con timidez, y los hijos de puta.

Me gustan anchos del cuerpo, delgados, altos, con manos gruesas.

Lo que más me gusta de los hombres, es que puedo ser libremente yo. Es que sé que son igual de perversos, que aunque lo escondan muy bien; sabemos que somos unos cabrones. 

A veces pienso si lo que me gusta es la idea de un hombre según mi padre. O si los hombres de los que me he enamorado han sido una manera de demostrarme que no tengo un tipo. Que me gustan porque sacan en mi lo que contengo.

Es como si pudieran abrir una caja y revisar su contenido. Algunos lo ven, otros ni siquiera se dan cuenta, algunos juegan y los peores; han destruido esa caja, tanto que ahora ya no cierra tan bien.

Pero está bien, gracias a eso; ahora tengo fugas y las dejo fluir, a través de mis creaciones.

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