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Mis lugares favoritos para andar de pingo en la CDMX





Una de las cosas por las que quería ir a la Ciudad de México, sin duda fue por los hombres. La cantidad de gente que alberga Sin City hace que las posibilidades de encontrar personas que te atraigan se aumenten.

No solo eso, el estilo de vida propicia que sean más abiertos (en todos los sentidos) a prácticas que acá en provincia simplemente ni se hablan. Y no estoy hablando de cosas como el fisting, pissing, o BDSM; sino de algo tan tradicional entre los putos como el cruising.

Y digo que es tradicional, porque esta práctica no es nueva; de hecho, fue nuestra única forma de vincularnos con otros desde hace mucho, cuando no existían lo que se denomina espacios de homosociabilidad.

De eso habla un poco José Joaquin Blanco en ojos que da pánico soñar en 1979 (eso fue hace cuarenta y un años).

Pero en este post no hablaré sobre prácticas ancestrales de nuestra cultura gay sino de los lugares que fui a visitar y recomiendo ampliamente para andar de cachondo. La lista no tiene ningún orden, y tampoco he visitado todos los lugares que existen para esto en la ciudad. Se basan únicamente en mi experiencia, y como tal, es subjetiva.

Los finisterre

Siempre he preferido los vapores sobre los "lugares de encuentro", siento que la gente es menos hostil, son más limpios, puedes ver la cara de las personas, definir si te gustan incluso antes de intentar acercarte.
Dentro de uno de los cuartos de los finis

Por eso, los finis se ganaron un lugar en mi corazón. Son amplios, la gente que va en su mayoría no busca posar los mejores cuerpos o las caras más bellas. Hay un ambiente tranquilo; no están fritos, son amables, etcétera.

Con una remodelación de la que me tocó ser testigo, hay en la parte de arriba opción a jaccuzzis, que si andas crudo ayudan mucho, y si no; relajan y son un espacio para platicar y comenzar a calentar los cuerpos.

Hay tres vapores, que son lo suficientemente amplios para que quepan en total según mis cálculos unos 70 cabrones sin problema. También hay planchas donde los masajistas se la rifan bien cabrón, y regaderas para que te bañes o para que provoques.

Obvio venden chelas, micheladas, refrescos, hasta tortas para el bajón. Si les interesa darse una vuelta les recomiendo ir los sábados por la tarde y los domingos por la mañana.

Los San Ciprián

Otro de mis lugares favoritos son los vapores de San Ciprián. Quizá por la nostalgia de cuando vivía a una cuadra de ahí; en el corazón del mercado de la Merced, o quizá porque me encanta platicar con la gente, y a este lugar asiste gente buen pedo y sin pretensiones.


Varios de mis amigos me critican porque me gusta ir a este lugar, la verdad es que no es para cualquiera. Si lo tuyo son las comodidades, la pose y los cuerpos perfectos, mejor ve al sodome.

Aquí desde que entras, lalito (el encargado del vapor general) te pregunta si ya has estado ahí, si no, te da una inducción rápida del lugar y sus dinámicas internas “aquí puedes coger y mamar en donde quieras, nomás sin drogas, sin prostituirte y si ensucias; limpias”.

Reglas básicas de convivencia que hacen de los San Ciprián un lugar mejor, el lugar es pequeño, cuenta con un vapor y unas siete regaderas afuera. Un segundo piso con cuarto oscuro y habitaciones sin luz para que te cambies.

Si te late el desmadre, la camaradería y no eres picky; te aseguro que te la vas a pasar bien aquí. Recuerda que estás en la Merced, y si bien no es la peor zona, en la noche si aumenta el riesgo de salir a tomar un taxi o el metro. Mi recomendación de siempre: ve acompañado, pórtate chido y disfruta de uno de los lugares más relajados de su tipo.

PERVERT MX

No podía faltar una de mis fiestas favoritas. Y aunque tengo planeado un post especial para hablar sobre la resistencia, su mensaje, el ambiente y la política de esta fiesta, hoy solo hablaré sobre el sexo.
En la PERVERT de GDL

Todas las fiestas de PERVERT MX tienen un cuarto oscuro, o un lugar destinado al cruising. A esta fiesta asisten personas muy diversas, y los fetiches están para escoger. Da igual si te gustan los osos, los twinks, el leather, los gringos, los chacales, los mayores o los artistas.

Hubo noches en las que no entré, pero otras en las que sí paseaba por ahí. Y les tengo que decir que es el cuarto oscuro más lleno en el que he estado. Tan lleno que apenas y podías pasar. Decenas de cuerpos chocando, mientras unos se pentran, otros eyaculan, algunos empinados, otros agachados rogando por algo al ritmo del techno generan un ambiente industrial lleno de morbo y sudor.

Vas, te deslechas y vuelves a bailar. Eso sí, la fiesta regala condones y lubricantes a todos los asistentes, y pegan pósters en todo el lugar recordándote que debes conocer y cuidar tu estatus, con información sobre VIH e ITS.

Estos no fueron los únicos lugares que visité, pero si los que más me gustaron por el ambiente y el lugar. Otros que también visité pero que no fueron significativos para mí, son el Sodome, La casita de insurgentes, Antifaz Universidad, Lobby Revolución, TOM’S Leather Bar y Boy Bar.

Escribí este post porque varios amigos y conocidos que viajaban a la CDMX me pedían recomendaciones sobre lugares a los cuales asistir. Estas preguntas muchas veces generan pena y culpa a quienes las hacen por el prejuicio de vivir una sexualidad libre.

Los invito a que vivan su propia experiencia y no se queden con la mía, ni con lo que ningún otro les cuente.

Aquí algunas recomendaciones:

- Si es tu primera vez, ve acompañado de alguien que de preferencia conozca el lugar.

- Cuida tus pertenencias en lokers, mariconeras, cangureras o en la mano.

- Recuerda que estar en un lugar que propicia los encuentros no te obliga a interactuar con las personas que ahí se encuentran. Es tu cuerpo, e igual que afuera; tu decides con quien quieres hacer algo y hasta donde llegar.

- Si consumes drogas, procura no confiarte demasiado. De preferencia no consumas drogas que te inviten, pues nunca sabes qué son realmente.

- Deja los prejuicios de lado, disfruta de los placeres de la carne, protege tu salud sexual checándote mínimo cada tres meses y usando lubricante y condón.

- Asume tu responsabilidad y aprende a decir que NO a tiempo.












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