Te observé tanto tiempo
entre cuartos llenos de barbarie
con olor a cloro y humedad
Te veía a través del manto grisáceo
que formaba el vapor
dentro de un cubo de azulejos.
Y de repente, apareciste.
Sujeté el sobre aquel día
mi corazón se detuvo en el presentimiento
te acepte antes de abrirlo
encerrado en un baño de hospital
con la tapa abajo
Y yo, sentado sobre la tapa
y el mundo entero sentado sobre mí
y todos los hombres del pasado
viendo por encima de mi hombro.
Leí sin entender
cómo me saludabas definitivamente;
un lenguaje extraño
de número de células habitando mi sangre.
comenzando a morderme, a devorarme.
Los pulmones se tomaron su tiempo
Para recordar cómo respirar.
Después te di la bienvenida
y te abracé
como una parte de mí.
Entendí lo que significaba
y lloramos juntos
sobre esa tapa de baño.
Ahora tenemos un trato
que se renueva a diario
con una pastilla como intermediaria:
Ni tú me matas
Ni yo te ignoro.
Todos queremos vivir,
Incluso tú… pero;
¿quién hablaría de ti si yo estuviera muerto?
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