Ir al contenido principal

Sigo esperando

De los hombres que amé, sigo esperando mucho
que estén bien
que sean felices
que el viento que les da en la cara ahora los haga suspirar.

Porque de los hombres que amé
hoy solo me queda lo que quedo
y si pudiera sacarme sus fantasmas
entonces dejaría de existir
de ser quien soy

Damos por hecho el presente 
recuerdo cuando decir te amo parecía eterno
cuando parecía que nos iba a alcanzar para llegar al fin del mundo

entendí que todo eventualmente termina
pero sigo sin dejar de amar
parece que el corazón es un músculo resistente
y vivo

y como tal quiere probarse que lo está
    y la mejor forma de probarlo es asirse a otro corazón
        y veremos como sigue esperando
            mientras las luces se apagan y las esquinas de mis ojos se marcan.
         

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Mis lugares favoritos para andar de pingo en la CDMX

Una de las cosas por las que quería ir a la Ciudad de México, sin duda fue por los hombres. La cantidad de gente que alberga Sin City hace que las posibilidades de encontrar personas que te atraigan se aumenten. No solo eso, el estilo de vida propicia que sean más abiertos (en todos los sentidos) a prácticas que acá en provincia simplemente ni se hablan. Y no estoy hablando de cosas como el fisting, pissing, o BDSM; sino de algo tan tradicional entre los putos como el cruising. Y digo que es tradicional, porque esta práctica no es nueva; de hecho, fue nuestra única forma de vincularnos con otros desde hace mucho, cuando no existían lo que se denomina espacios de homosociabilidad. De eso habla un poco José Joaquin Blanco en ojos que da pánico soñar en 1979 (eso fue hace cuarenta y un años). Pero en este post no hablaré sobre prácticas ancestrales de nuestra cultura gay sino de los lugares que fui a visitar y recomiendo ampliamente para andar de cachondo. La lista no tiene...

De las veces que uno dice adiós

La sensación de decirle adiós a algo o alguien que ha sido valioso para tu vida es similar al vacío. El vacío en sí no es bueno ni malo, depende de nuestra interpretación. Es bueno cuando nos da la oportunidad de tener espacio para poner ahí algo más lindo, mejor, más funcional, más valioso. Malo cuando eso a lo que le has dicho adiós no puede ser reemplazado. En cualquiera de los casos, es el paso del tiempo el que nos dirá hacia donde se inclina la balanza. Decir adiós es aceptar esta incertidumbre. Pero el hecho de aceptar, no te hace dejar de tener la sensación de ir hacia abajo en una rueda de la fortuna por primera vez. A veces dicen que decir adiós duele. Yo creo que no es por el adiós, sino por la imposibilidad de recuperar lo que tú eras en el pasado. Porque ahora ya eres otro. Esa relación, ese trabajo, esa experiencia te ha cambiado, y aunque regresara a tu vida no sería lo mismo que fue. Duele porque vas a extrañar ser así de pleno, feliz o simplemente estar cómodo. ...

A un año de fotografiar la escena drag en la vida nocturna de San Luis Potosí

Hace un año, comencé a fotografiar la vida nocturna y el movimiento drag en esta ciudad. Gracias a la experiencia que eso me ha traído, he podido conocer artistas increíbles, de ver performances espectaculares, y ser testigo de su crecimiento. Para mucha gente mi trabajo puede quedarse en eso: tomar fotos. Pero para mí, se trata de congelar el tiempo que quisiera que fuera eterno; ese segundo cuando la gente se olvida de su trabajo, de la política, de las críticas, de los miedos y decide ser libre, bajo el manto que solo la noche y la complicidad de otros ofrece. Es guardar los momentos que jamás se repetirán, cuando nosotros, que ahora somos jóvenes nos hayamos convertido en viejos; veremos como un recuerdo del momento en el que decidimos ser libres, inspirar a otrxs a serlo y ser valientes, en una sociedad que creíamos cerrada; pero que poco a poco se ha ido abriendo a la experiencia que ofrece la otredad que significamos. Fotografiar por un año es un trabajo de archivo histórico, es...