El problema de escribir,
es el mismo problema de leer.
Todos te dicen que leer,
cuál tema debe de ser prioridad
a qué autor ovacionar y a cuál
tratar con desprecio intelectual.
Todos parecen saber
lo que es mejor para ti.
El problema de escribir,
es el mismo problema de leer:
hay tantas opciones que te congelas
y no sabes por dónde comenzar,
así que mejor no comienzas.
Y te pasas la vida esperando
a que llegue el momento
de la inspiración divina.
El problema es el mismo:
los demás deciden de antemano
qué es buena literatura y
qué es mala literatura.
Y los escritores jóvenes no podemos ver,
que el arte siempre irá por delante
de la crítica.
Tenemos que escribir mierda,
para que el crítico lo diga.
El problema de leer es
encontrarle una voz a las letras.
El problema de escribir es
encontrarle voz a tus sentimientos.
El problema de leer y escribir
es mirar el arte
como una posibilidad inaccesible
para alguien que nació en un hospital público
a lado de otras veinte personas
que igual lloran y respiran
con ansias el oxigeno por primera vez.
Inaccesible porque el arte es para los genios
para los ricos, los güeros y talentosos.
Inaccesible porque además de pobre, es maricón.
Inaccesible porque en su casa no había biblioteca
y lo único que se coleccionaba,
eran envases de caguamas.
Inaccesible porque sé que jamás perteneceré
a ese círculo de intelectuales literarios.
Porque yo escribo con una chela en una mano
Y un porro a medias.
El problema de leer
es el mismo problema de escribir:
no abandonarlo.
es el mismo problema de leer.
Todos te dicen que leer,
cuál tema debe de ser prioridad
a qué autor ovacionar y a cuál
tratar con desprecio intelectual.
Todos parecen saber
lo que es mejor para ti.
El problema de escribir,
es el mismo problema de leer:
hay tantas opciones que te congelas
y no sabes por dónde comenzar,
así que mejor no comienzas.
Y te pasas la vida esperando
a que llegue el momento
de la inspiración divina.
El problema es el mismo:
los demás deciden de antemano
qué es buena literatura y
qué es mala literatura.
Y los escritores jóvenes no podemos ver,
que el arte siempre irá por delante
de la crítica.
Tenemos que escribir mierda,
para que el crítico lo diga.
El problema de leer es
encontrarle una voz a las letras.
El problema de escribir es
encontrarle voz a tus sentimientos.
El problema de leer y escribir
es mirar el arte
como una posibilidad inaccesible
para alguien que nació en un hospital público
a lado de otras veinte personas
que igual lloran y respiran
con ansias el oxigeno por primera vez.
Inaccesible porque el arte es para los genios
para los ricos, los güeros y talentosos.
Inaccesible porque además de pobre, es maricón.
Inaccesible porque en su casa no había biblioteca
y lo único que se coleccionaba,
eran envases de caguamas.
Inaccesible porque sé que jamás perteneceré
a ese círculo de intelectuales literarios.
Porque yo escribo con una chela en una mano
Y un porro a medias.
El problema de leer
es el mismo problema de escribir:
no abandonarlo.
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